FLÓRA BORSI

SURREALISMO EXQUISITO

La artista húngara mantiene el control absoluto durante su proceso creativo

A partir de autorretratos, Flóra Borsi construye obras surrealistas y exquisitas. “La esencia de mis fotos está en visualizar lo físicamente imposible en forma de fotomanipulación. Siempre presto atención a las reglas de la geometría, la armonía del color y la iluminación para lograr una atmósfera apropiada en las imágenes. Me gustaría comunicar en mis fotos emociones, sueños y humor”, apunta la creativa nacida en 1993 en Hungría.

Fotógrafa y artista visual, Flóra Borsi utiliza la manipulación fotográfica para crear imágenes surrealistas que se centran temáticamente en la identidad, las relaciones, las emociones y los sueños. Su delicada y detallada técnica, y sus sutiles ideas conceptuales crean bellas evocaciones de emociones universales, desde la lujuria y el deseo, hasta la desesperación y la pérdida. 

En su obra captura a la vez la fuerza compleja y la fragilidad de la psique humana. Visualiza fantasías oscuras y sueños atmosféricos, utilizando metáforas misteriosas e inteligentes, mientras descubre lo que significa pensar, sentir, soñar y expresarse en el mundo urbano. 

En experimentación constante, Flóra Borsi hace realidad lo imposible, en un juego que empuja los límites de la imaginación, y nos lleva hacia la reflexión o simplemente a disfrutar de la belleza de sus imágenes.

Flóra Borsi estudió en la Universidad Moholy-Nagy de Arte y Diseño, en Budapest. Pero su acercamiento a la fotografía y a la manipulación digital llegó mucho antes. Hija de un ingeniero apasionado de la fotografía clásica, la artista recuerda que de niña le gustaba dibujar y que cuando tenía 11 años de edad, su hermana le regaló una suscripción de Photoshop, y comenzó a jugar con fotografías que descargaba de Google.

“He estado interesada en la fotomanipulación desde 2004, y desde 2007 he hecho fotos. Cuando tenía 15 años de edad gané una cámara Canon EOS 40D y comencé a aprender los fundamentos de la fotografía. Al principio, me resultaba difícil entender la iluminación. De niña me preguntaba cómo podían los grandes maestros crear fotografías tan perfectas. Luego mi padre me dijo que usaban un flash para lograr el resultado; supe que eso era lo que quería, así que busqué un trabajo de verano y compré mis dos primeros flashes”.

Flóra Borsi mantiene el control absoluto durante su proceso creativo, desde la idea hasta la posproducción. Siempre trabaja en estudio, en su obra no hay exteriores, y la mayoría de sus fotografías son autorretratos; ella sabe qué emoción quiere manifestar mejor que nadie. No trabaja con modelos, la artista se repite una y otra vez en sus imágenes, con flores, mariposas, pájaros, peces, o con hormigas que construyen sus cejas y pestañas, y al mismo tiempo roban las lágrimas que recorren su rostro.

“Estar detrás de la cámara es mucho más fácil, porque puedo ajustar la composición y capturar el momento perfecto. Cuando tomo fotografías de mí misma, es difícil prestar atención a los ajustes de la cámara, luz, pose y composición. A menudo utilizo un espejo para ver el resultado antes de que el disparador automático termine la cuenta. Utilizarme como modelo me hace más fácil expresar mis ideas y fantasías. Puedo visualizar mis pensamientos más efectivamente y ejecutarlos de la mejor manera”.

Flóra Borsi

LEE EL ARTÍCULO COMPLETO EN LA REVISTA NO. 132

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